CELEBRAR LA VIDA

¡Terrible paradoja!
Una pandemia
que viaja por el mundo
en negro corcel alado
ha logrado
en este infame encierro
que celebre la vida…
He visto el sol
por primera vez en este ocaso
recostada en la hierba.
Sube el intenso perfume
del trébol y la ortiga
y enloquezco de eternidad.
Es la hora en que entrego mi pena
a la naturaleza toda
y vuelo libre y feliz
en las alas sutiles de las mariposas,
en el canto de despedida de los pájaros.
Humedad de la tierra
gozan mis manos.
Silenciosas
subversivas
empiezan a reventar en verdes brotes
las ramas adormecidas
y estiran sus brazos
hacia la última luz de la tarde.
Como un incendio el crepúsculo
extiende su lengua roja
y estremece mi cuerpo
antes de que la última luz primaveral
expire…

Graciela Irene Rossetti( de mi poemario “Como el agua”)

Exit mobile version