Mi herida sangrante
en tu mirada pérdida.
No fue la noche,
ni la esperanza dormida.
Fueron aquellos sueños
que junto a mí yacían.
Despedazado ellos
entre tus lágrimas y las mías.
No fue una despedida,
había pájaros cantando
Al costado de la vía.
El tren llegó
¡tan deprisa!
Que no hubo adiós ,
Sólo una amarga caricia.
Tu rostro quedó perplejo
junto al andén,
cuando viste
mi cuerpo oscurecer.
Autora: Maria Elena Gómez
Pais: Argentina
Título: Desesperanza.