Más sincera

Sentada junto a la ventana, ella, recuerda cosas viejas.
En su memoria pasada pero latente, ve la iglesia.  Ese altar inmaculado reluciente, en el que ella dijo:”No” de rodillas, ante la mirada contrariada y vacía del que sería su esposo.
Un No, que lo dijo todo. Fue ese grito desesperado,  amorfo, sin ninguna hilación
Con lo que allí pasaba.
Se cayó el cáliz, quedó pisada la hostia. Se callaron los santos, se angustiaron las monjas.
Fue un “No”lleno de vehemencia. Retumbaron las paredes de la iglesia. Los monaguillos bajaron la cabeza. El órgano apago sus teclas. Hubo un Ave Maria sin cantar.
Quedaron las rosas secas en el altar.
Pero ella grito el No que no gritaron ni su madre ni su abuela. Fue valiente en plenos años treinta.
Fue valiente sin pena. Levantó su vestido, y con él a cuesta, bajó las escalinatas de la iglesia. Tiro el ramo de flores al chico del diario que recogía monedas en la puerta.
Tomó un taxi , y se fue…
Ahora recuerda sentada en la ventana con más de ochenta . Sólo piensa que se salvó del maltrato, del buen deber ser.
Se ocupó de sí misma. Hizo lo que quiso, con su vida.Después de todo era suya, nadie podía quitarle ese derecho.
En este ahora que recuerda con más de ochenta,no sé arrepiente de nada.
Vivió lo vivido, sufrió lo sufrido, pero no pareció ni lo de su madre ni lo de su abuela, rompió con el canon de la época,  siendo más feliz y sincera.

  Autora:   Maria Elena Gómez.
     País:        Argentina
      Título:     Más sincera.

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